Todas estas cosas ocurren en la vida real, pero completamente al reves.

Llevo el pelo muy descolocado, el maquillaje corrido, la ropa que tengo puesta no forma un buen conjunto, voy caminando por una calle sin importarme cómo está mi físico. Feliz. Estoy sola, a mi lado no hay nadie, pero eso tampoco importa. Estoy perdida entre muchas decisiones que debo tomar y muchas maneras de actuar, pero en ese momento era como si no pasara nada. He cometido muchos errores y estoy cometiendo uno más al salir a la calle de esta manera, pero da igual. Me rodean personas llenas de hipocresía que quieren verme llorar, pero sigo caminando sin que nada importe. Camino sin saber a dónde voy, aunque muy segura de mí misma, con las cosas muy claras. [...]

- [...] Abro los ojos. No importa nada de lo mencionado antes porque todo ha sido un sueño del que yo no me acuerdo, porque últimamente no recuerdo mis sueños.